Muchos de nuestros pequeños y no tan pequeños con TEA cada vez que tienen que ir a una consulta médica, lo pasan francamente mal.
La ansiedad que les generan estas consultas se debe básicamente a dos circunstancias: la primera de ellas es que ir al médico no forma parte de su rutina cotidiana o familiar como es ir al cole, o ir al súper con la familia, -generalmente, salvo que se trate de un control de salud, vamos al médico porque estamos enfermos, y no siempre tenemos un buen recuerdo de la consulta- cuando tienen que ir al médico es porque no se encuentran bien y al igual que nos ocurre a todos los demás esto ya es de por si una situación que genera cierta angustia y malestar. Si a esto le sumamos que no saben que es lo que les va a hacer el médico o la enfermera, y que la sala de consulta y todos los instrumentos que allí se utilizan son elementos extraños para ellos, es normal que se agobien, se angustien y esto desemboque en conductas inadecuadas en la consulta o en la misma sala de espera.
Lo ideal para intentar paliar estas situaciones es un esfuerzo coordinado entre los padres de los niños con TEA y el equipo de personal facultativo y sanitario que va a atender al pequeño en consulta. Ambas partes pueden facilitar que acudir a un centro de salud, un hospital o el dentista no sean situaciones tan estresantes para nuestros pequeños.
El pasado 2 de octubre Pictoaplicaciones estuvo en el último Congreso de la SOPEGA (Sociedad de Pediatría Gallega) nuestro objetivo en este congreso fue mostrar a los profesionales de la pediatría como el uso del Pictotraductor y la Pictoagenda puede ayudar a nuestros pequeños con TEA en la consulta médica.
En esta primera parte nos centraremos en preparar previamente la consulta médica con ayuda del Pictotraductor, en próximos post veremos como el personal sanitario puede comunicarse con nuestros pequeños con TEA en la consulta y cómo podemos intentar cortar una conducta inadecuada en la sala de espera o en la propia consulta.
Preparando la visita al Centro de Salud de un niño con un Trastorno del Espectro Autista.
Antes de llegar a la consulta del pediatra sea porque el pequeño no se encuentra bien o por un sencillo control de salud, hay muchas cosas que podemos hacer y más sabiendo que las situaciones, los lugares, los ruidos y los objetos que desconocen los ponen extremadamente nerviosos y alterados.
Adelantémonos a esa situación y preparémosla previamente:
Concertemos una cita con el equipo médico y la enfermera que atenderá a nuestro hijo con TEA en nuestro centro de salud, acudamos a ella sin el pequeño y hablemos con el equipo médico explicándole todas las características del trastorno de nuestro niño. Enseñémosles que medios utilizamos para comunicarnos con él, -así conseguiremos que cuando tengamos que acudir con el pequeño al centro de salud, el personal sanitario esté familiarizado con nuestro sistema de comunicación- Nuestro pequeño podrá comunicarse con ellos y ellos podrán -y así se lo pediremos- hacerlo con él.
Es importante que ellos conozcan que cosas le gustan a nuestro hijo y que cosas no, cual es su comportamiento, que estrategias comunicativas funcionan y cuáles son sus intereses. Todo esto es importante, porque en una consulta médica el simple desarrollo de una prueba médica puede generarles estrés, si su pediatra sabe que le encantan los trenes o los puentes, o lo que a él le guste y le llame la atención será más sencillo distraerlo hablándole de algo que le interese que permaneciendo callado sin posibilidad de distraerlo con nada.
Si nuestro pequeño con TEA tiene algún tipo de alteración sensorial también debemos informar a todo el personal sanitario que vaya a relacionarse con él. A veces asumimos que hay cosas que tienen que ser así y que hay que aguantar porque no queda más remedio, pero esto no siempre es cierto. Se puede adaptar una exploración física, los instrumentos, los materiales que se vayan a utilizar. Por ejemplo se puede utilizar una sabanilla de tela en vez de una de papel, se pueden bajar las luces de la consulta si no son necesarias para la exploración, apagar equipos que emiten ruidos si no se van a utilizar, etc.
También es una buena idea que saquemos una foto de la consulta del pediatra, otra de la consulta de la enfermera, otra de la sala de espera y otra de la entrada principal del centro. Hablemos con los profesionales pidiendo su colaboración, una foto de cada uno de ellos ayudará a nuestro pequeño a identificarlos y ya no serán personas extrañas, serán Bustillo, Miguel o Carmen sus pediatras y Susana, Conchita o Lola sus enfermeras…
Pidámosles por ultimo concertar una cita para acudir un día a primera o ultima hora al centro de salud y enseñarle las consultas, el mobiliario y el instrumental sin que esté enfermo ni haya que hacerle ninguna exploración. En esa cita el personal sanitario les enseñará la consulta y hablará con ellos explicándoles cuál es su trabajo, curar a los niños cuando están enfermos para que pronto se puedan poner sanos y vuelvan a jugar.
Todos estos pequeños esfuerzos nos compensaran tanto a nosotros como al personal sanitario cuando nuestro pequeño tenga que acudir de verdad a una consulta.
No olvidemos por ultimo pedir siempre una primera o una última cita avisando al personal de que nuestro pequeño tiene un trastorno del Espectro Autista, reduciremos de esa forma el tiempo de espera. Tampoco estaría mal si es posible pedir una cita doble, de esa manera tanto nuestro hijo como el personal sanitario que lo va a atender contaran con tiempo suficiente.
¿Pero y en casa? ¿Podemos hacer algo en casa?
Por supuesto, en casa prepararemos la consulta antes de que esta se produzca adelantándole al niño la máxima información que nos sea posible de qué es lo que va a ocurrir cuando llegue a la consulta médica.
Si la visita a la consulta es un control de salud, podemos marcarlo en un calendario y recordarselo para que sea consciente de ello.
¿Cuándo y por qué vamos al centro de salud?
En el Centro de Salud trabajan los médicos y las enfermeras para curar a las personas cuando están enfermas.
A veces tu no te sientes bien, tienes dolor y necesitas que alguien te ayude. El médico y la enfermera te ayudarán para que no tengas dolor.
Otras veces iremos al centro de salud para que no te sientas mal. Bustillo y Conchita te medirán para ver cuánto has crecido. Te pesarán para ver lo fuerte que estás, también mirarán tus oídos y tu garganta para saber que estás sano y escucharan tu corazón.
Mañana iremos al centro de salud. Conchita te pondrá una vacuna para que no enfermes. No duele, es como un pequeño pellizco. Tu eres un niño muy fuerte y te vas a portar muy bien.
Si te duelen los oídos iremos a la consulta de Bustillo. El te mirará los oídos con el otoscopio que tiene una luz para verlos por dentro. Después te dará una medicina y te pasará el dolor. Luego iremos a casa de la abuela a merendar.
Estaría bien que juguemos con ellos en casa a “ir al médico” juguemos con instrumentos de juguete, haciendo que nos ponemos o le ponemos una inyección y que él lo haga con nosotros, que nos mire la garganta, que haga como si nos mirara los oídos, nos ausculte y nosotros lo mismo con él. Si no es posible hacerlo con él directamente familiaricémoslo haciéndolo con un muñeco. Repitamos los pasos que vamos a tener en la consulta médica desde hablar con el pediatra hasta tumbarnos en la camilla, mirarle los oídos, la garganta, auscultarle, tomarle la tensión etc. Cuanto más familiarizado esté con la consulta médica menos le costará cuando tenga que ir a ella.
La espera…
Si es posible, pediremos al personal del centro que nos indique una sala o zona más tranquila para esperar.
También este aspecto podemos trabajarlo en casa.
Mañana, vamos a ir a ver a Bustillo porque te duele un poco la garganta.
Antes de entrar en la consulta de Bustillo tendremos que esperar un poco porque dentro de su consulta habrá otro niño.
Mientras esperamos podemos leer el cuento de Caperucita Roja.
Si nos cansamos también podemos llevar el cuaderno de dibujo y colorear.
Mañana mientras esperamos para entrar en la consulta de Bustillo, podemos cantar una canción.
Mañana tendremos que esperar un rato antes de entrar en la consulta de Bustillo. Llevaremos tu reloj para que sepas cuanto rato tenemos que esperar.
Yo sé que no te gusta esperar pero también sé que te vas a portar muy bien y no te vas a enfadar.
Mientas están esperando en la sala de espera, se pueden utilizar relojes, relojes de arena o cualquier otro reloj. Se pueden utilizar como distractores y lo mismo cuando se va a poner una inyección o hacer una analítica, ellos se darán cuenta así que hay un final definido y que la situación no va a durar siempre.
Trabajando con él la anticipación y sabiendo lo que le va a costar esperar, también podemos valorar el sistema de recompensas.
Bien pues esto es todo por hoy, esperamos que Pictotraductor os ayude a preparar la consulta médica con vuestros peques.
www.pictotraductor.com
Desde aquí enviamos nuestro agradecimiento a autismoandalucia por la información gracias a la cual ha sido posible este post.