Estamos viviendo una situación anómala y excepcional para todos, y si cabe, más para las personas con diversidad funcional, para los que todos estos cambios de rutina, el confinamiento, la desescalada, el aumento de las temperaturas, puede resultar difícil mantener puesta la mascarilla.
Para empezar, debemos intentar normalizar su uso en nuestra rutina diaria, y no asociarla con miedo, ira o enfado.
Podemos empezar poniendo como ejemplo una persona de referencia que se ponga la mascarilla tranquilamente en su presencia y asociarla con momentos agradables, nos ponemos la mascarilla y podemos salir a pasear, nos ponemos la mascarilla y visitamos a la familia…
Podemos utilizar anticipadores de su uso con pictogramas, como estos : El empleo de apoyos visuales te puede servir de ayuda e incluso utilizar una canción que le guste o una nueva para
Refuerza el uso adecuado de la mascarilla.
Puedes graduar los tiempos de uso, ir de menos a más tiempo con ella puesta.
Si se la quita, le ayudaremos a recolocarla, si insiste en no querer ponérsela de nuevo, tendremos cesar el paseo o actividad y volver a casa.