La angustia de los padres preocupados porque su hijo o hija tenga una correcta
nutrición junto con la situación de verse todos los días inmersos en una batalla por lograr que coma correctamente crea un desgaste psicológico y físico a las familias que es necesario abordar.
Los problemas a la hora de comer son comunes en los niños con trastornos del espectro autista (TEA). Ayudar a su hijo a resolver los problemas a la hora de comer puede convertirse en un proceso largo y lento, pero bien vale el esfuerzo para obtener buena salud y mejor flexibilidad con los alimentos.
Por todo ello en esta primera entrada queremos concretar sobre la necesidad de inculcar unos hábitos alimenticios correctos que favorecerán una vida más saludable en la edad adulta y contribuirán a prevenir problemas de salud, objetivo prioritario para familias y educadores, pues cualquier malnutrición, por exceso o por defecto, puede tener consecuencias perjudiciales a corto y largo plazo para el organismo.
El objetivo de la alimentación durante la infancia es generar la energía que necesita el niño para afrontar el día a día y poder participar en las diversas actividades y procesos de aprendizaje que el entorno le ofrece tan necesarios para su correcto desarrollo intelectual y físico y así optimizar el desarrollo madurativo (motor, cognitivo, perceptivo, emocional…)
Por ello, cuando se habla de alimentación saludable consideramos que ésta nos debe:
– Proporcionar sensación de bienestar
– Aumentar la eficacia de nuestro organismo
– Disminuir el riesgo de enfermedades, ya que puede aportar sustancias con efectos positivos en la prevención y tratamiento de enfermedades.
Para poder llevar una alimentación sana y equilibrada deberán estar presentes en las comidas todos los grupos de alimentos, para un aporte correcto de nutrientes.
Todos los alimentos dependiendo de su origen y composición proporcionan al organismo
energía en mayor o menor medida, para hacer funcionar el organismo.
Los alimentos se pueden clasificar según su contenido en nutrientes, que son sustancias necesarias para un correcto funcionamiento del organismo y mantenimiento de la salud.
Algunos nutrientes no pueden ser sintetizados por el organismo y deben ser aportados por la dieta como algunos aminoácidos y vitaminas.
Según esta clasificación tenemos, proteínas, hidratos de carbono y grasas: aportan la energía que necesita el organismo para el mantenimiento de las funciones vitales, el crecimiento y la actividad física. Todos ellos forman parte además de la estructura de células, órganos y tejidos.
Llamamos alimentos proteicos, a aquellos que provienen de los
animales, es decir carne, pescado, huevos…
Los hidratos de carbono los encontramos en los alimentos que crecen en la tierra como son, verduras, cereales, frutas y los alimentos grasos son aquellos como el aceite, mantequilla…
– Las vitaminas y minerales, son necesarios para controlar el metabolismo, por su papel regulador en diversas funciones del organismo.
Estas consideraciones se deducen de una manera más sencilla clasificando los alimentos por grupos y estableciendo de manera más precisa la cantidad de ingesta de cada grupo, para ello tenemos una explicación visual gracias a la Pirámide Nutricional :
(imagen Pirámide Nutricional: fuente : https://www.manipulador-de-alimentos.es/blog/piramide-de-los-alimentos/
La cantidad a consumir de cada tipo de alimentos debe ser proporcional al nivel donde aparezcan dichos alimentos dentro de la pirámide nutricional, siendo los que se encuentren en los primeros niveles (más cerca de la base de la pirámide) los que se consuman en mayor proporción y aquellos que estén en unos niveles más altos, los que se consuman de forma más moderada.
Los requerimientos de los distintos nutrientes van variando dependiendo del ritmo de crecimiento individual, del grado de maduración de cada organismo, de la actividad física, del sexo y también de la capacidad para utilizar los nutrientes procedentes de la ingesta.
https://nutricion.org/la-rueda-de-los-alimentos/
Lo ideal durante la infancia es hacer cinco comidas al día (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena) . y trataremos de que en cada ingesta estén presentes todos los grupos de alimentos: El desayuno debe de ser un 30% de la ingesta diaria, es una comida importante, porque aporta la energía que su cerebro necesita para rendir adecuadamente, y puede incluir leche, que puede sustituirse por yogurt o queso, cereales (pan, galletas..) y una ración de fruta que puede ser entera o en zumo., la media mañana que
debe de ser del 10% al igual que la merienda, tomarán fruta fresca o un pequeño bocadillo, evitando la bollería industrial y las chucherías. mientras que tanto la comida como la cena deben de constituir en el 25% de la ingesta diaria cada uno deben incluir alimentos nutritivos complementarios.
los hidratos de carbono deben constituir el 60% de cada ingesta, las proteínas un
15% y las grasas no deben de superar el 30% de la energía total consumida.
Los alimentos no están compuesto únicamente por un componente si no que es un
conjunto de nutrientes, y estos no se encuentran en la proporción adecuada para seguir una alimentación equilibrada, incluyendo además micronutrientes como vitaminas y minerales. Por ello es importante conocer el contenido de los nutrientes de los alimentos para poder realizar un menú equilibrado y nutritivo para el correcto desarrollo y crecimiento del niño de ahí la importancia de incluir una correcta variedad de diferentes alimentos en el menú.
Esperamos haber aportado con esta entrada una visión clara sobre la necesidad de unos correctos hábitos saludables de alimentación en la infancia y en la próxima entrada nos centraremos en los problemas de Alimentación con los que nos podemos encontrar en las personas con TEA.
Bárbara Canto Díaz.
Bibliografía y Webgrafía
https://www.who.int/topics/nutrition/es/
Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. https://nutricion.org/un-nuevo-recurso-para-mejorar-la-alimentacion-de-los-mas-pequenos/
Ventoso, M.R. Los problemas de alimentación en niños pequeños con autismo. Breve
guía de intervención. Publicado en A. Rivière y J. Martos (Comp.). El niño pequeño con autismo.
Madrid: APNA ediciones. (2000).
Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición (AESAN)
González, M., Nutrición y Alimentación Infantil. Pautas Prácticas y Saludables Editorial Formación Alcalá(2018
Imágenes :
Chica y niña en mercado :
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Bebé comiendo Brócoli :
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Imagen desayuno :
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Alimentación en colores degradados :
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