Las personas con autismo, niños y mayores, sufren mayores problemas de salud que la población general.
Tanto la literatura científica como la práctica clínica nos muestran que existen algunas enfermedades y problemas médicos que son más comunes en los TEA que en personas sin TEA.
En definitiva, el autismo es un trastorno que preferentemente afecta al cerebro pero que paralelamente y de forma relacionada puede afectar a otros sistemas (digestivo, endocrino, inmunológico, etc).
Algunos de los trastornos médicos que aparecen en las personas con autismo tienen que ver con una causa común pero hay otras afecciones médicas que suelen tener las personas con autismo cuya explicación la encontramos en factores externos debido a las deficiencias en los hábitos de cuidado personal y de higiene (ej. dificultades para lavarse los dientes que conllevan mayores problemas odontolólogicos) o derivados de síntomas (ej. lesiones ortopédicas o traumatológicas debidas a estereotipias, comportamientos repetitivos, o marcha o postura anómalas o problemas nutricionales debidos a restricciones nutricionales con la toma de sólo algunos alimentos).
Algunas de estas enfermedades, que con mayor probabilidad pueden padecer las personas con autismo, son:
GASTROINTESTINALES
Numerosos estudios demuestran que las personas con TEA presentan con mayor incidencia problemas gastrointestinales.
Encuestas realizadas en la población con autismo revelan que la presencia de problemas como estreñimiento o diarrea ocurren en el 46-85% de los pacientes.
Las patologías digestivas más frecuentes en pacientes con TEA son:
• Reflujo gastro-esofágico
• Esofagitis erosiva
• Inflamación duodenal/gástrica
• Permeabilidad intestinal anómala
NEUROLÓGICAS
Alrededor de un 30 % de las personas con TEA tienen epilepsia a lo largo de la vida. Con mucha más frecuencia que epilepsia, tienen alteraciones en el electroencefalograma (que mide la actividad eléctrica cerebral) de significado incierto.
ÓTICAS
Las infecciones óticas son más frecuentes en niños con autismo en comparación con neurotípicos, además la frecuencia es mayor en aquellos que presentan mayor necesidad de apoyo o bajo funcionamiento.
ODONTOLÓGICAS
Aunque no se ha demostrado que se presenten patologías dentales con mayor frecuencia, sí es característico no detectar las caries e infecciones dentales hasta que están bastante avanzadas.
DERMATOLÓGICAS
Resulta bastante frecuente hallar lesiones de este tipo en personas con TEA, así podemos encontrar: eccemas, lesiones de rascado o secundarias a comportamientos autolesivos como pellizcos o mordiscos. Existe mayor incidencia de dermatitis atópica en personas con Síndrome de Asperger que en la población general.
OFTALMOLÓGICAS
Aunque pueden presentar una patología ocular similar a lo normal, suele suceder que se tarde más tiempo en diagnosticarlos debido a las dificultades
de comunicar los síntomas. Las patologías más frecuentes son: trastornos refractivos (astigmatismo, etc) y de visión binocular como estrabismos y parálisis oculomotoras
ORTOPÉDICO-TRAUMATOLÓGICO
Suelen suceder problemas ortopédicos secundarios a alteraciones de la marcha, alteraciones posturales, etc.
NUTRICIÓN-SUEÑO
Como hemos comentado en entradas anteriores, Pueden llevar dietas muy desequilibradas por el rechazo a determinados alimentos, factores alérgicos o intolerancia a ciertos alimentos. Un 80% de niños y adolescentes tienen, además, problemas con el sueño.
Endocrino-metabólicas
- Pubertad precoz
- Alteraciones en el metabolismo de la glucosa, de los lípidos, hormonas tiroideas, etc, derivados de medicación para trastornos neurológicos o del comportamiento, tomada de forma crónica.
- Alteraciones de comportamiento asociadas a pubertad de instauración rápida, a alteraciones menstruales o a incomprensión de los cambios fisiológicos y corporales asociados a la pubertad.
Algunas personas con TEA pueden presentar ciertas características o dificultades asociadas (ausencia de miedo a peligros o escasa comprensión de los mismos, dificultades en la planificación de acciones de evitación ante situaciones de peligro, procesamiento de la información diferente, conductas problema, hiperactividad, problemas de atención, ingesta de sustancias no comestibles, escaso control de impulsos,…) lo que puede aumentar su vulnerabilidad ante algún tipo de accidente.
Numerosas investigaciones y estudios demuestran que pueden presentar un umbral a la percepción del dolor alterado, por lo que sensaciones de malestar o dolor puede pasar desapercibidas hasta que se encuentran muy acentuadas o son muy evidentes.Eso hace que muchos problemas de salud se detecten tarde o cuando se han complicado.
Las personas con autismo tienen menos recursos intelectuales y psicológicos para atenuar los efectos del malestar físico y escasos recursos cognitivos y relacionales para adaptarse al entorno. Cualquier disminución en sus capacidades debidas a una enfermedad o malestar físico produce con frecuencia alteraciones de comportamiento.
Por otro lado, las personas con autismo tienen dificultades con los cambios. Cambiar su rutina diaria (ir al centro sanitario en lugar de al colegio o su centro habitual), conocer personas nuevas (sanitarios), la invasión de su espacio personal acompañada muchas veces de la incomprensión de para qué sirve la exploración física, son factores de especial estrés en personas con autismo, derivando frecuentemente en ansiedad y en problemas de conducta con agresividad hacia sí mismos o hacia otros.
En entorno sanitario es complejo, lento, a veces hostil, está saturado de personas, de estímulos, de ruidos, olores…. Los procesos son rápidos, se tiene contacto con muchas personas y con muchos ambientes en muy poco tiempo. Muchas veces los tiempos de espera antes de entrar a una consulta o de hacerse una prueba médica no se pueden controlar. Estas características son barreras para que las personas con autismo puedan acceder a los servicios normales de asistencia sanitaria, pues se ponen justo a prueba, de forma directa e intensa, todas sus dificultades antes incluso de poder explicar su problema de salud.
En el próximo post abordaremos ciertas estrategias para abordar las consultas al médico.